Sólo era un encaje.

Sólo es un encaje, una mínima, pero diminuta porción de encaje la que asomaba del igualmente pequeño escote de una pequeña blusa.

Sin embargo es suficiente para robar mi atención, para embelesarme en esa costura blanca; no puedo dejar de verlo, con esfuerzo saco mi libreta e intento escribir lo que me provoca.

No, no es ella, a pesar de ser bonita, no es ella la que me cautiva.

Es sólo esa mínima porción de encaje la que despierta mi instinto, mis nervios, mi pulso, mi imaginación...

Y no es el imaginar lo que hay dentro, no, no es eso, es, es...

No, no lo se...

Una estación más, ella ha bajado y yo no lo sé aun.

Sólo era un encaje...

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