Esta entrada es a propósito del festejo que se hace en México cada 12 de diciembre, día en que la Capital se convierte en "la Meca" de los cristianos mexicanos, ya que su principal templo, la Basílica de Guadalupe se encuentra allí.
Lo que la mayoría no sabe, y otros prefieren ignorar, es que, como tantas cosas, están en un engaño.
Hay un pequeño pueblo en Caceres, España, donde en el siglo XIII (o sea por ahí del 1280) se apareció una virgen a un pastor, su nombre, agárrate, Guadalupe!
Aun hoy día hay quienes buscan en el nombre raíces etimológicas prehispánicas donde no las hay: la palabra "Guadalupe" existe desde antes que los españoles siquiera supieran que existía su más importante colonia; 300 años antes de la aparición en Mejico, nada hay de lengua prehispánica en la dichosa virgen. El cristianismo sólo hizo lo que acostumbraba, buscar similitudes con deidades de la religión local (Tonantzin) y hacer sincretismos para así, sin que la gente se diera cuenta, acabaran alabando a una deidad diferente.
A eso podemos sumar, el hecho de que no se hace mención del "suceso" de 1531 hasta 118 años después de que el "milagro" sucedió. Por qué pasarían por alto los escribas, (monjes franciscanos) un acontecimiento de tales magnitudes no mencionándolo sino hasta 1649? Era una aparición mariana!
Pese a la evidencia, la gente prefiere creer, a pesar de que ese creer los tenga sumidos en la miseria, victimas de la explotación de un gobierno que siempre ha actuado en complicidad con la iglesia católica.
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